El dinero es parte de nuestra vida diaria, y saber administrarlo correctamente puede hacer la diferencian entre una situación económica favorable y una que no lo es. Muchas personas le dan poca importancia a este aspecto, pero aprender a gestionar tus finanzas personales es fundamental para tener un buen desarrollo de nuestra vida adulta.
Una buena administración de los ingresos te permitirá planificar de cara al futuro, ejecutar proyectos, adquirir bienes, generar rentabilidades pasivas que incrementen tu liquidez y mucho más. Claro que hacerlo implica disciplina y buenos hábitos, pero cuando comienzas a ponerlos en práctica se convierten en una parte de tu día a día. A continuación, te mostraremos los aspectos más importantes que debes tomar en cuenta al administrar tus finanzas personales.
Realiza un presupuesto mensual
Cuando hablamos de gestionar nos referimos a un proceso que implica planificar, dirigir, administrar y ejecutar determinados pasos para lograr un objetivo concreto. En este caso, el primer paso para comenzar a gestionar tus finanzas es organizar tu presupuesto mensual, sea cual sea la modalidad o cantidad de tus ingresos.
Al igual que un arquitecto necesita de un plano para guiar una construcción de manera eficiente, realizar un presupuesto mensual que refleje de forma ordenada nuestros ingresos y egresos nos ayudará a tener una visión general de nuestra situación financiera actual y dirigirla mejor. Parece un consejo muy trillado, pero es uno de los que más se pasan por alto. Esto es porque realizar un presupuesto exige dedicación y constancia, y muchos no están dispuestos a hacerlo.
Sin embargo, cuando comiences a tomar este hábito notarás la diferencia desde la primera vez. Este registro te ayuda a analizar de dónde vienen tus ingresos y a dónde se van. Puede que te sorprendas de cuánto suma esa botella de agua mineral que compras casi a diario, de los gastos en comidas fuera de casa o del paquete de canales de tu servicio de televisión que nunca ves.
En este punto es importante diferenciar entre gastos fijos, como hipoteca o alquiler, préstamos, la despensa, los servicios, el colegio; y los gastos acumulativos, o “gastos hormiga”. Estos últimos se destacan por ser cosas pequeñas que casi siempre damos por sentado, pero que suman unas cuantas decenas de euros cuando los analizas. En este caso es recomendable que los disminuyas, por lo menos aquellos que no son necesarios o que pueden ser sustituidos por alternativas más baratas.
Destina un porcentaje a tus ahorros
Los ahorros son una parte importante de una buena salud financiera, ya que son la base para la realización de proyectos futuros. En este sentido, muchos tratan de ahorrar pero no tienen claro para qué ni cuánto deben ahorrar. Por ello, es bueno que apliques estos pasos:
- Enfoca el objetivo de tu ahorro. Puede ser realizar inversión, iniciar un pequeño negocio, hacer un viaje, tener un fondo de emergencia, pagar tus estudios superiores… El objetivo lo determinas tú.
- Ahorra un porcentaje de tus ingresos, o una cantidad fija. No dejes el ahorro al azar o a lo que te sobre en los bolsillos a final de mes. Es necesario que establezcas un plan y destines un monto fijo o una parte de tus ingresos para ahorros. Esto requiere que seas disciplinado y constante.
- Aprovecha las cuentas bancarias remuneradas para depositar tus ahorros. Aunque actualmente las cuentas no suelen reportar una TAE significativa, es preferible, y mucho más seguro, a tener tu dinero debajo del colchón. Es importante que la cuenta en la que guardes tus ahorros sea distinta a la que usas para recibir tu nómina y hacer tus gastos. De esta manera sabrás que este dinero no puedes usarlo hasta alcanzar tu objetivo.
Practica con la regla de los 21 días
¿Conoces la regla de los 21 días? Para muchos psicólogos, para crear un hábito, de forma consciente o inconsciente, basta con repetirlo sin falta durante 21 días seguidos. Puedes aplicar esta regla a tus ahorros. Realiza un plan que implique apartar una pequeña parte de tu dinero a tus ahorros de forma diaria y mantén este ritmo durante 21 días consecutivos.
Por ejemplo, imagina que ahorras 1 euro a diario. A los 21 días guardar esta pequeña cantidad se habrá convertido en un hábito. Si lo mantienes, tendrás 30€ en un mes, y 365€ en un año. ¿Te animas a intentarlo?
Genera distintas fuentes de ingresos pasivos
Uno de los objetivos al ahorrar es utilizar este dinero para generar nuevas fuentes de ingresos, pero no necesariamente ingresos por los que tengas que trabajar. Existen muchas formas de generar ingresos pasivos, con pocos riesgos y a distintos plazos. Cuando creas diversas fuentes de ingresos pasivos, tu liquidez se verá aumentada mes a mes.
Por ejemplo, puedes abrir una cuenta en una plataforma de crowlending inmobiliario e invertir 100€ inicialmente. Esta inversión te generará un porcentaje de ganancias mensualmente, sin que tengas que hacer nada. Otra opción es utilizar una de las múltiples plataformas de compra de acciones y comprar en empresas que paguen dividendos. Estas empresas reparten un porcentaje de sus ganancias de forma periódica entre sus accionistas. En función de tu inversión obtendrás una ganancia que irá directamente a tu cuenta, de nuevo sin que tengas que hacer más que simplemente haber comprado las acciones y mantenerlas.
Por otra parte, si tienes una habilidad en la que eres bastante diestro, puedes diseñar un curso y venderlo en página destinadas a ofertar este tipo de servicios. Si no tienes idea de por dónde comenzar, puedes encontrar muchísima información gratuita en internet de cómo organizar tu propio curso. En fin, las opciones para generar ingresos pasivos son muchas, y solo debes buscar las opciones, evaluarlas y determinar cuáles se te dan mejor. Incluso si no sabes cómo comprar acciones, o invertir en crowdlending, puedes aprenderlo leyendo o viendo material multimedia.
Recuerda: ahorrar es muy importante, pero no lo es todo en las finanzas saludables. La inversión es la verdadera clave para generar ingresos, por lo que lo mejor es que evalúes las formas que tienes de hacerlo y comenzar.
Evita las deudas innecesarias
Pasamos a otra parte importante a la hora de gestionar tus finanzas personales, y se trata de las deudas, cómo controlarlas y cómo saber si una deuda es necesaria o innecesaria. Es un hecho que las deudas forman parte de nuestra vida adulta. Por ejemplo, para la mayoría adquirir una vivienda pagándola de contado es bastante complicado, por lo que es necesario recurrir a una hipoteca, la cual será una responsabilidad de entre 15 y 20 años, tanto más tanto menos. Sin embargo, existen ciertos hábitos que podemos aplicar en este campo para evitar que las deudas se conviertan en un devorador de nuestros ingresos:
Evita el exceso de tarjetas de crédito
Si bien es cierto que la tentación de usar la tarjeta de crédito en vez de nuestro propio dinero a veces está presente, ten en cuenta que este es un compromiso de pago. Nunca veas tu tarjeta de crédito como una extensión de tu salario porque no lo es. Y si se te hace difícil controlarte, evitar tener más de una tarjeta en tu historial.
Aprende a sacar el máximo provecho de tu tarjeta de crédito
Hay una forma en la que puedes aprovechar al máximo todos los beneficios que ofrecen estos instrumentos, sin que se conviertan en una deuda. Paga tus gastos fijos con tu tarjeta de crédito, es decir, aquellos para los que tengas fondos disponibles en tu cuenta bancaria. Luego paga todos tus consumos antes de la fecha de facturación. De esta forma no pagarás intereses y habrás obtenido los beneficios que ofrezca el banco por el uso de la tarjeta de crédito.
Evita los préstamos rápidos
Puede que haya momentos en los que necesites cubrir una emergencia, pero tómate unos minutos para analizar tus opciones. Los préstamos rápidos parecen la mejor opción, pero no necesariamente lo son. Los intereses que tienes que pagar suelen ser bastante altos, por lo que es mejor que analices otras opciones, como los préstamos personales que ofrezca tu banco. Si es donde recibes tu nómina te lo suelen aprobar rápidamente y la TAE es muchísimo menor. Y por último, no te endeudes por cosas para las que puedes ahorrar.
Lee libros sobre finanzas personales e inversiones
Una de las recomendaciones más frecuentes que escucharás de los grandes inversores y emprendedores exitosos es que la lectura es parte fundamental de su vida diaria. Leer sobre finanzas, inversiones y otros temas relacionados con el dinero les ha permitido tener una visión mucho más amplia del mundo financiero y de cómo sacarle el máximo provecho a sus activos.
Estos consejos pueden ayudarte a gestionar tus finanzas de la mejor manera y a conocer mejor el mundo de las inversiones y los ingresos pasivos. Algunos de los libros recomendados son:
- Los Hábitos de Inversión Ganadora, escrito por Warren Buffet y George Soros, dos de los más importantes inversionistas del mundo.
- El Inversor inteligente, de Benjamin Graham.
- Mil maneras de ganar $1.000, de Frances Minaker.
- Lo más importante para invertir con sentido común, de Howard Marks.
- Las reglas básicas de Warren Buffet, escrito por Jeremy Miller.
- Padre rico, Padre pobre, de Robert T. Kiyosaki.
- El Código del Dinero, de Raimón Samsó Queraltó.
- Los secretos de la Mente Millonaria, de T. Harv Eker.
Sin duda, existen muchas otras recomendaciones para aprender a gestionar tus finanzas, pero las analizaremos en un siguiente artículo.
Publicado: 3.3.2022
Categoria:
Finanzas Personales
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