Solicitar un préstamo online o de consumo puede ser la solución de varias situaciones financieras que se te pueden presentar. Sin embargo, existen ocasiones en las que es necesario evaluar otras alternativas antes de pensar en contraer un compromiso de pago que probablemente no podamos asumir en el futuro. Es por ello que en esta ocasión quisimos destacar 5 situaciones donde no es una buena idea solicitar un préstamo y cuáles son las alternativas que podrías emplear para evitar endeudarte.

¿Cuándo es una buena idea pedir un préstamo?

Comencemos este análisis destacando los puntos positivos de los préstamos personales y cuándo es una buena elección solicitarlos. En primera instancia, este tipo de préstamos es relativamente fácil de conseguir debido a que exige menos requisitos que otros tipos de financiamientos, como una hipoteca o un préstamo vehicular. Por lo general los bancos ofrecen la opción de préstamos personales online a sus clientes brindándoles condiciones preferenciales y facilidad de contratación, en especial cuando el cliente tiene su nómina domiciliada en el banco. Esto ofrece una especie de garantía de pago al banco, ya que las cuotas serán descontadas de dicha nómina.

Además, también existe la opción de los préstamos rápidos, que son facilitados por empresas financieras privadas. Estos productos, si bien suelen tener tasas de interés más altas, resultan convenientes cuando se necesita liquidez inmediata y sin tantos papeleos. Ahora bien, existen situaciones en las que es prudente, incluso necesario, solicitar un préstamo. Veamos algunas:

Solucionar una emergencia familiar

Cuando se trata de la salud y el bienestar de nuestros seres queridos cada minuto cuenta. Por eso, cuando necesitamos liquidez inmediata en un momento de emergencia familiar, solicitar un préstamo es una buena idea, ya que podremos resolver lo antes posible la situación. Lo más recomendable es acudir en primera instancia al banco donde tengamos nuestra nómina domiciliada, ya que es probable que tenga mejores condiciones en cuanto a plazos y tasas de interés.

Iniciar un emprendimiento

Muchas personas han descubierto un talento natural para crear determinados productos u ofrecer un servicio de calidad, por lo que comienzan a ofrecer su trabajo desde su casa. Sin embargo, en ocasiones el negocio marcha tan bien que un espacio en el hogar se queda pequeño, por lo que es momento de pensar en evolucionar y expandirse. Esta situación también se puede prestar para solicitar un préstamo e invertirlo de forma organizada y planificada.

Pagar impuestos por sucesiones y donaciones

Muchas de las sucesiones y donaciones en España se pierden porque los beneficiarios no tienen dinero para pagar los costos administrativos que implican estos trámites. Sin embargo, si la herencia es bastante rentable, es posible que pedir un préstamo sea una excelente idea, en especial si no cobra comisiones por pagos anticipados. Así, cuando la sucesión se haga efectiva, podemos usar el dinero obtenido para saldar el préstamo y aprovechar el resto de la herencia o donación.

Cuando pagar al contado implica vaciar los ahorros

Otra situación en la que es una buena decisión el financiarse es cuando haremos una compra importante que se consumiría la totalidad de nuestros ahorros. Nunca es recomendable quedarse sin ahorros o sin un fondo de emergencia, por lo que si el gasto es necesario pero pagarlo al contado nos dejaría vacíos, lo mejor es financiarse. En este caso, puedes solo pedir prestado estrictamente lo que necesitas como para conservar una parte de tus ahorros y financiar el resto con recursos propios. De esta manera evitamos endeudarnos de más, pero tampoco vaciamos la hucha. Algunos ejemplos de esto pueden ser comprar un coche o pagar reparaciones o ampliaciones en el hogar.

Situaciones en las que NO es buena idea solicitar un préstamo

Los ejemplos mencionados nos muestran que pedir un préstamo no es intrínsecamente negativo. Sin embargo, existen situaciones en las que pedir dinero prestado no es ni necesario ni sensato, y que se puede sustituir esta opción por otras alternativas. Por supuesto, cada persona adulta debe tomar sus propias decisiones financieras en función de sus propias circunstancias, por lo que el objetivo de este resumen no es juzgar a ninguna persona. La idea principal es ayudarte a analizar las situaciones que podrían poner en peligro tu situación financiera y la de tu familia. Aclarado este punto comencemos:

Comprar ropa u objetos de moda

Las redes sociales y el internet nos inundan con publicidad sobre artículos y tecnología que deslumbran a las personas, ya que pintan un estilo de vida elevado y de lujos. Y si bien no es malo darnos los caprichos que nos gustan, también es cierto que estos gastos solo son adecuaos cuando los hacemos con nuestro propio dinero. Pedir un préstamo para comprar el último dispositivo móvil, una TV más grande, un auto más lujoso, un nuevo guardarropa con todas las prendas que están a la moda o simplemente cosas que nos hagan aparentar un estatus económico que no tenemos no es una buena idea.

En lugar de ello, emplea el tiempo para descubrir nuevas maneras de generar ingresos, tanto activos como pasivos, para que puedas darte los gustos que quieres sin tener que endeudarte ni vivir de apariencias. Recuerda que tu historial crediticio puede pasarte factura luego.

Invertir con apalancamiento

Sin duda, las inversiones en bolsa son una excelente forma de generar ingresos, tanto activos como pasivos. Sin embargo, invertir en activos financieros conlleva un alto riesgo de pérdida del capital, en especial si se invierte en productos derivados, es decir, contratos son apalancamiento. Por ejemplo, si estás pensando en hacer trading con CFD debes saber que el apalancamiento es como un catalizador del riesgo; así como las ganancias se pueden multiplicar también lo pueden hacer las pérdidas, dejándote sin capital incluso en una sola operación.

Una de las recomendaciones de los expertos en este tema es que cuando se invierte en bolsa solo debes utilizar dinero que estés en posición de perder, es decir, que no requieras para cubrir tus gastos y necesidades. Entonces, si piensas pedir un préstamo para invertirlo porque consideras que con un par de buenos movimientos puedes recuperar tu dinero y pagar el préstamo, piénsalo dos veces. Puede que pierdas el capital y lego quedes con una deuda que no puedas cumplir.

Si nunca llegas a fin de mes

La administración financiera es parte de nuestra vida adulta, pero cuando no sabemos llevarlas y vivimos siempre en una deuda tras otra porque no llegamos a fin de mes, hay un problema de fondo que no se solucionará pidiendo más dinero. Pedir dinero prestado para pagar otras obligaciones y luego pedir otro para pagar este nuevo compromiso es mantener tus finanzas personales en un ciclo constante de inestabilidad y números rojos. Además, terminas pagando intereses tras intereses, lo cual hace aún más difícil que puedas salir de ese torbellino.

Lo mejor es que comiences por evitar el impulso de pedir prestado cada vez que surge algún gasto. Comienza por organizarte y determinar en qué están fallando tus finanzas, qué necesitas para salir del círculo vicioso de las deudas. Si solo te dedicas a pedir un préstamo tras otro para saldar el anterior, no solo pones en riesgo tu bienestar sino también el de tu familia.

Reunificar deudas

A primera instancia, la idea de tomar todas nuestras deudas y unirlas en una sola cuota parece bastante atractiva y ventajosa, pero no siempre es así. Esto se debe a que reunificar deudas conlleva más gastos administrativos de los que te dice el banco, hay más letras pequeñas que grandes, por decirlo de una forma. Puede que termines pagando más que con tus deudas separadas. Una de las acciones que puedes tomar en caso de que tengas varias deudas es organizarte bien para pagarlas en orden. Enumera cada una de tus obligaciones y ordénalas desde la más urgente hasta la más flexible. Planifica tus finanzas de modo que puedas abordar cada una, pero al mismo tiempo como si fueses un todo. Si hay tarjetas de crédito entre estas obligaciones, evita usarlas hasta que las pagues, y procura abonar más del pago mínimo.

Pagar vacaciones

Otra de las situaciones en las que no es buena idea pedir un préstamo es para pagar vacaciones, ya sean personales o familiares. Si bien todos merecemos un descanso y disfrutar de tiempo en familia, también es cierto que es una pésima decisión financiera endeudarse para irse de vacaciones.

Si no puedes costear unas vacaciones con tus propios medios porque no has ahorrado lo suficiente en un año, ¿qué te hace pensar que podrás pagarlo luego? No solo tendrás aún menos oportunidades de ahorrar, sino que es muy probable que te atrases en los pagos por no tener cómo sostener tu compromiso. En lugar de ser un viaje de disfrute, será una preocupación más.

Existen alternativas más sanas:

  • Planifica tu presupuesto familiar de manera que todos puedan contribuir con un ahorro especial para las vacaciones. Si vives solo también puedes aplicar esto en tus finanzas personales.
  • Genera ingresos adicionales con los que puedas agregar más a este ahorro, por ejemplo vendiendo productos en línea u ofreciendo tus conocimientos al servicio de otros.
  • Organiza tus vacaciones de manera que puedas ahorrar dinero en el viaje. Te sorprendería lo mucho que puedes ahorrar con comprar tus boletos de avión en determinados días de la semana o en temporada baja, o haciendo escalas.
  • Escoge la mejor tarjeta de crédito para viajes, aquellas que te dan beneficios en ahorro de millas, cero comisiones en compras y retiros en el extranjero o cero comisiones por tipo de cambio.
Al hacer esto podrás disfrutar de tus vacaciones sin necesidad de endeudarte y sin llegar con un dolor de cabeza por pensar cómo pagarás esos días de descanso.


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